La
Media Luna Fértil es una región del Cercano Oriente que al estar bien abastecida de agua dulce fue favorable para el
desarrollo de la agricultura, lo que a su vez permitió el surgimiento de las primeras civilizaciones.
El nombre de esta región se debe a que, además de ser fértil, su forma se parece a la de una media luna cóncava hacia el sur que tiene un extremo en el golfo Pérsico y otro en el Mar Mediterráneo. De esta forma bordea por el Norte al desierto de Arabia, que es seco, rocoso, y arenoso.
A pesar de ser una zona de pocas lluvias, en la Media Luna Fértil hay ríos. Las montañas al Norte tienen nieve en sus cimas que se derrite en agua que desciende por sus laderas y llega a las tierras llanas formando dos grandes ríos, el
Tigris y el
Eufrates, que desembocan en el golfo Pérsico. La zona ubicada entre los dos ríos se llama
Mesopotamia, palabra que viene del idioma griego y significa "entre los ríos".
Por más que era propicia para la agricultura, la Media Luna Fértil tenía sus inconvenientes: cuando nevaba mucho en las montañas aumentaba la cantidad de agua en los ríos y entonces se producían inundaciones; lo mismo ocurría si la llegada del calor primaveral era demasiado brusca y la nieve se derretía repentinamente.
A pesar de las inundaciones, muchas de las primeras civilizaciones surgirían en esta zona.
se encuentran muchos restos de importante actividad humana de antiguas épocas. Han aparecido
esqueletos de primitivos
humanos modernos y premodernos (p. ej. en la
Cueva de Kebara en Israel), restos de culturas cazadoras-recolectoras nómadas del
Pleistoceno y semisedentarias del
Epipaleolítico (
natufianos); pero la zona se vincula principalmente a los orígenes de la agricultura y la ganadería.
La zona occidental de los alrededores del río Jordán y al norte del Éufrates (donde se incluyen lugares como
Jericó) dio lugar a la primera
cultura Neolítica, datada en torno al 9000 a. C. Esta región, junto con una
Mesopotamia definida al este del Creciente, entre los ríos Tigris y Éufrates, aglomeró una compleja realidad de culturas a partir de la
Edad de Bronce, por lo que la zona ha recibido el nombre de
Cuna de la Civilización.